martes, 5 de abril de 2011

Tercera apropiación: la fotografía y el arte contemporáneo en Perú



"[Menene Gras]: ¿Por qué no se valora el retrato fotográfico, si este es bueno, y existiendo como existe en el Perú una tradición y una historia de la fotografía pese a ser desconocida internacionalmente?
[Jorge Villacorta]: La fotografía, esta fotografía que mencionamos, no se valora porque engendra múltiples y se reproduce. Pero el problema de fondo, en términos generales, es que nunca existió el ingreso de lo conceptual y tampoco existió ninguna concepción de la obra artística como obra efímera. Sin Body Art, sin performance, sin instalaciones y sin Land Art -recuerde que la única acción en el desierto peruano es la emprendida por Richard Long 71-72 en Nazca- qué se puede esperar. Recién a finales de los 70, durante un período que se prolonga hasta el 82, un fermento de antiplástica sedimentó al margen de las galerías."


[Menene Gras Balaguer/ Jorge Villacorta Chávez; 1999/2000]


[La entrevista fue realizada, probablemente, en el año 1999. Sin embargo recién comienza a circular, en Madrid, en el año 2000. Esto con ocasión de la publicación del catálogo de la exposición Especies de espacios. Extensiones y metáforas de la fotografía contemporánea en Perú. Menene Grass, curadora de la misma y el curador y crítico de arte Jorge Villacorta, entablan una interesante conversación acerca de la historia de la fotografía en Perú. La cita está tomada de dicho catálogo, s/n]. 


Resulta interesante constatar la semejanza entre este diagnóstico de Villacorta y el de Mirko Lauer acerca de las nuevas vanguardias en el Perú (ver en la segunda apropiación de Trecemonos cuando este dice, en 1976, que hay 15 años de "retraso" entre la escena local del arte y, por ejemplo, el conceptualismo, el land art, el arte póvera, etcétera). A Villacorta le interesa inscribir a la fotografía en el contexto del arte contemporáneo peruano. Resulta claro que dicho proceso se inicia en la década de 1970. Se vuelve visible con un fuerte activismo de los fotógrafos en la década de 1980. Se consolida en la de 1990 con la I Bienal Iberoamericana de Lima, aunque dicha consolidación, como arte, todavía demora en difundirse al "gran público" en la década pasada (2000-2010). 


Lo que afirma Villacorta es que, en general, la fotografía en el Perú, al menos hasta 1999,  no era valorada por el medio artístico local porque se la veía como un "objeto" múltiple y no como uno singular. Esto de facto ocurría, por ejemplo, con la pintura. Atribuía este hecho (la infravaloración de la fotografía como arte) a que el ingreso del conceptualismo haya sido tardío y que dicho ingreso haya ocurrido recién hacia fines de la década de 1970, en manifestaciones de antiplástica que aparecieron al margen de las galerías de arte.