martes, 7 de junio de 2011

Lima

Imagen al paso, señala hacia una bizarra colección de tardes, con algo más de tres elementos. Un poste que conversa con un árbol a través de una línea de tierra y de horizonte que corren para encontrarse. El tedio algo salado de la Costa Verde y un desequilibrio sugerido. Las incontables tardes en las que el viento, camino de las olas, juega incansable con aquellas hojas que, agotadas y húmedas, sonríen a lo lejos. No es esta piedra ni tampoco el grupo de más allá, el canto rodado del horizonte algo curvado de esta constelación y de este universo. No. Resulta todavía tratable ese polvo que indica algún otro descuido, alguna otra inesperada ventana hacia ninguna parte. Quizá la vida solo requiera de un nuevo instante (no este) para completar una nueva apariencia, un nuevo horizonte, una nueva perspectiva. Pero si por azar o por necesidad acaso no esperamos lo suficiente y nos vamos, nunca lo sabremos.

[Foto: archivo de Trecemonos. Algún día de marzo de 2011, La Costa Verde, Lima-Perú]

2 comentarios:

  1. el viento frio, entra suave en el alma
    y petrifica de un dulce escalofrio el corazon

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  2. A veces regreso a esta imagen de Lima.Colecciono imágenes de la Costa Verde, no pierdo ocasión de hacer fotos de este espacio en el litoral de Lima. Paso con frecuencia por allí y no me canso nunca porque cada vez lo veo con un sol que otorga colores diferentes. Gracias Jeffrey, lector.

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